miércoles, noviembre 23

Detesto.

Detesto el hecho que a pesar que tanto tiempo haya transcurrido todavía te piense. A veces intento de recordar tu aroma y como eran tus besos pero cuando sucedió aquello intente tanto olvidarte que aparentemente logre que algunos recuerdos se esfumasen. Y ahora que los añoro no logro recordar.
Detesto que por mas trato de ocultar mis sentimientos por ti de mi mismo no puedo engañarme a mi mismo al no aceptar mi realidad. Todavía hay noches frías en las cuales deseo tu calor. A veces me imagino tu cabello largo y liso en mi cama acompañado de tu cuerpo desnudo regocijados ambos. Detesto el hecho que sigas en mi.

Vagabundo.

El olor a alcohol se sentia por toda la casa. Estaba regado por toda la mesa de centro de la sala y mas por el piso de la cocina. Su padre como siempre ebrio hasta mas no poder. Durmiendo de lado en el sillon casi cayendose con la cerveza regada en su camisa. Mi madre fumando un cigarillo en el balcon con su trago en la mano siempre hablando por telefono con su amante supongo o eso recuerdo decir a mi padre. Hijo unico, un error de la vida. Nadie me crio. Recuerdo que a la edad de 9 años mi padre le pego a mi madre y se fue de la casa para no volver jamas. Mi madre entro en el vicio. Un vicio asqueroso. Un vicio que ahora comparto con ella. Me toco crecer solo. A los 11 años me fui de la casa. Ya no soportaba mas golpes ni abusos. Me hice una promesa, una promesa que no pude cumplir. Siempre tuve la esperanza que mi madre me buscara pero nunca lo hizo. Por fin se deshizo de mi diria ella. No le importaba. Desde el momento que abri los ojos a este mundo a nadie le importe. Hubieron muchas noches de frio y hambre. Al fin un dia un señor me acogio. Hizo de mi un negocio. Me utilizo para pedir limosnas. Habian varios como yo. Viviamos en una habitacion 14 de nosotros. Todos entre las edades de 8 a 13. La edad ideal para explotar a niños desamparados que no tienen que comer ni un techo donde dormir. Trataba de trabajar mas que los demas. Habia que cumplir una cuota e intentaba de reunir un poco mas para mi a ver si un dia lograga largarme de esa pocilga. Yo guardaba mi dinero en una cajita de metal escondida detras de unos arbustos afuera de una fabrica cerca de donde trabajabamos. Un dia el señor mando a uno de sus hombres a ver si haciamos el trabajo bien. Me vio meterme un dinero dentro de la media. No me dijo nada al instante y espero a contarle al señor. Al llegar a la casa me agarro desprevenido y me dijo que cuanto dinero ya tenia ahorrado. Me hice el desentendido. Me golpeo hasta que quede inconsiente. Al despertar mi ojo izquierdo fallo por tan severos golpes. Ahora daba mas pena que antes pidiendo limosna como un pirata.

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martes, noviembre 22

Violada.

Sentada adyancente al inodoro en el baño del hostal con el brazo extendido sentía como le latía el brazo por la presión que el nudo del jebe hacía en ella. La jeringa sostenida entre los dedos de la mano opuesta descansaba en su muslo. Ya esa gloria que llegaba a sentir antes no era igual. Trataba de hacer remembranza de cuando arribaba al apogeo de lo que consideraba ser nirvana. Aunque su estado mental anduviese alterado no era suficiente y el recuerdo de lo que un día la droga la llegaba hacer sentir siempre hacía que quedase con ganas de más. Era una adicta. Se puso de pie y se paró frente al espejo sosteniendose del lavamanos blanco de loza. Se miró al espejo vió su cabello castaño claro, humedo con nudos y el rimmel semicorrido. Se desató el jebe del brazo, junto las manos y se roció agua en el rostro. El agua chorreó por su rostro al igual que dos o tres gotas negras debido al delineador. Necesitaba más, quería más, ese nudo en el estomago no la iba a dejar ir a dormir en paz. Ya era la una de la mañana y el segundo cliente de la noche permanecía durmiendo en la cama del hostal desnudo. El dinero que tenía en mano no le iba a ser suficiente para comprar un par de gramos. Rebuscó en las prendas del hombre por su billetera pero no encontró dinero alguno ni droga que usase. Intentó despertar al hombre para ver si quería otro polvo y así completar para su último jale de la noche pero no fue así. El hombre la despreció y sin piedad alguna la desalojó de la habitación. Parada fuera de la habitación encendió un cigarrillo y con la mano debajo del sobaco empezó caminar a buen paso hacía el poste de luz el cual destellaba por momentos. Después de un momento de estar inclinada en el poste se puso entre los labios otro cigarrillo y mientras intentaba de sacar el encendedor que estaba atorado en el bosillo tán apretado de sus pantalones se detiene un auto rojo oscuro con vidrios polarizados medio desteñidos. Era un hombre mayor, blanco, grueso, de cabello castaño oscuro y corto. Aparentaba ser alto y hablaba con sutileza. Le hizo una oferta y se montó al auto sin pensarlo mucho. Continuaba intoxicada, el hombre se percató de eso y penso en tomar ventaja de su intoxicación. El hombre conducía el auto, no hubo mucha plática y el silencio incómodo se hizo de notar. Por alguna razón no muy clara el hombre decidió llevar a la mujer a su departamento. El hombre introdució la llave en la manija y abrió la puerta del departamento. Le sostuvo la puerta a la mujer para que entrase. Una vez dentro del departamento la mujer se acomodó en el sillón de la sala mientras se ponía cómoda. El hombre le pregunto si deseaba un trago y ella asintió. El hombre preparó dos whiskys con hielo en dos tazas ya que no tenía vasos apropiados. La mujer en lo único que pensaba era en el dinero para poder adquirir su último jale de la noche. El hombre se sentó junto a la mujer en el sillón y sin hablar mucho la mujer se desabotonó la blusa. El hombre tomó un trago sustancioso del whisky é intentó de besarla. Ella esquivó el beso, nada de besos --dijo ella. La levantó de la mano y se dirigieron a la habitación del hombre. Ella se sentó en el borde de la cama mientras se desvestía. El hombre comenzó a desnudarse al igual que ella. Lo manoseo en su sexo hasta que se tornó erguido. De inmediato ella le puso un condón que sacó de su cartera y le realizo sexo oral un cuán breve. Después se arrimó sensuálmente hacía dentro de la cama. El hombre gateo en la cama hacía ella. Inmediátamente empezaron a tener relaciones. Empezaron despació cuando le empezó a dar más duro y más duro que la comenzó a lastimar. Ella se quejó y el se alteró. La sujetó del cuello con la mano izquierda y continuó lastimandola. En eso la empezó a agredir. La empezó a bofetear mientras la ahorcaba. Una, dos, tres y más. Ella no podía hablar debido a la falta de aire. Trás tal agresión ella comenzó a sangrar por la boca. El hombre eyaculó y la soltó. Ella empezó a toser incontroláblemente y a llorar mientras se sostenía el cuello con ambas manos. En eso se levantó y empezó a gritar desesperádamente. El hombre la golpeó y la mandó al piso mientras ella continuó gritando. La empezó a arrastrar del pelo y del brazo fuera de la habitación hacía la puerta mientras ella pataleaba sin cesar. Abrió la puerta y continuó arrastrandola por toda la calle desnuda. Empezó a sangrar de la cadera y de los talones por los rasguños que el arrastre en la acera dejaba. La arrastró hasta el césped de otro edificio. Para esto ella había cesado de gritar y había perdido el sentido. La dejó tirada en aquel jardín y el retornó al departamento para desechar de su ropa. Minutos después ella despertó desconcertada y desnuda. Se pusó de pié mientras se cubría sus partes privada. Su intoxicación no le permitía orientarse y se veía perdida. Empezó a caminar hasta llegar a unos arbustos en los cuales se ocultó trás de ellos. Vió a una pareja caminando hacía uno de los autos y decidió pedir auxilio. La pareja se asustó e intrigó a la vez al ver a esta mujer desnuda a las cuatro de la mañana en pleno estacionamiento. La mujer se disculpó por interrumpir. La pareja la mira desconcertados. Ellos no distinguian cláramente lo que decía ya que balbuceaba por los golpes y por la droga. En la mente de la mujer ella estaba cuerda pero era demas su intoxicación. La mujer les dijo que acababa de ser violada y que por favor la ayudaran. La pareja se asombró de esto tan inusual y a la vez insólito. El caballero le indicó que se sentase en la vereda a su izquierda ya que ahí no iluminaba tanto la luz. El caballero se comunicó con emergencias. La dama se fué dejando al caballero solo con la mujer. La policía llegó a los siete minutos. El policía sacó una manta de fuego que más parecía una hoja de papel aluminio inmensa. Un segundo policía llegó y aquel le pidió al caballero que se haga a un lado para tomarle la declaración. El caballero se retiró ya dada la declaración y mientras caminaba hacía su departamento en el tercer piso ve unas prendas tendidas en la reja junto al elevador no le presto mucha importancia ya que estaba oscuro. Era la ropa de la mujer pero el se daría cuenta de esto la mañana siguiente. La policía cuestionaba a la mujer sin cesar ya que ellos sabían que era un prostituta y esto fue nada más que un acto de prostitución con un mal final. La mujer fue transportada en una ambulancia al hospital. No buscaron al hombre ni lo intentaron.

"Todos llevamos nuestra posible perdición pegada a los talones." - Rosa Montero

domingo, noviembre 20

Gabriel.

Habia sido varios años desde que volvia a mi patria, seis años para ser exacto. Recien cumplido los veinte abriles, todavia un joven incauto e inocente. Con gran ansias deseaba ver a mi familia y amistades que no veia hacia esos seis años pero parecia una eternidad ya que aquel tiempo transcurrido ocurrio dentro de mi temprana pubertad hasta finales de adolescencia. Memorias distantes se iban aproximando cada cuadra que andaba. Recuerdos olvidados que renacían al avanzar el camino de lo que un día fue mi hogar. El reencuentro familiar fue tan encantador que se me hace laborioso describirlo. Sentia como renacia un sentimiento guardado, el cual tras muchos años de estar oculto reaparecieron. Recuerdo cuando niño todo era gigante, inmenso, enorme; todo era pleno, armonioso, lleno de vida y de risas. Todos eran mas jovenes o mas chicos. Ahora veia el cabello grisaseo en mis tios. Mis primos ya no eran niños si no hombres. Todo parecia ser mas pequeño de lo que recordaba. El impacto del tiempo ausente en nuestras vidas no fue impedimento de que nuestra relacion familiar fluya, como si ni un minuto de nuestras vidas nos hayamos separado. A tres semanas dentro de mis vacaciones recibo una llamada de mi madre. Con imponencia da la resolucion de mi asueto en Lima. Necesitaba que vaya a ver mi familia al sur. Al dia siguiente me veo dentro de un autobus con una maleta en mano y un boleto de ida a Santiago. Esos dos dias de mi vida que pase en ese autobus me hizo dar cuenta que mi vida no esta escrita y que nunca sabras a quien conoceras o que aventura la vida te pondra. Despues de dos dias de gozo y dos noches de largas conversaciones en plena oscuridad finalizando en un beso y unas caricias llegue a Santiago. Al llegar ahi fue un reenacto de lo sucedido anteriormente ya que aquel fue mi hogar por unos años al igual. Reuniones familiares, besos y abrazos recuperados tras tantos años de distancia. Llego a leer un correo electronico de un amigo informandome que iba a estar en Chile las mismas fechas que yo pero no en Santiago si no en una finca a unas horas de ahi. Quedamos en encontrarnos y pasar el fin de semana en la finca en la cual se iba a hospedar. Despues de un arduo paseo en metro, tren y un microbus local finalmente me encontre con mi amigo. Al bajar en esa parada se veia un lugar inhospito, lleno de cultivos y calles de tierra. En eso empezamos a caminar, el iba caminando llevando una bicicleta a su lado ya que asi habia llegado a darme el encuentro. Despues de una media hora de camino nos aproximabamos a la finca y el decide decirme que por favor al entrar a esta finca en la cual me iba a alojar por los proximos tres dias y dos noches que mantenga una mente abierta y que no haga preguntas del porque de esa razon. Yo al oir tal declaracion solo me conforme y asenti sin preguntar mas. Finalmente llegamos a un porton rodable de buen tamaño y al lado izquierdo en el mismo porton una puerta por la cual tenias que agachar la cabeza al entrar. Tres viviendas de madera se hallaban dentro la finca. Todos muy amables me recibieron y me dieron una bienvenida muy grata. Llegue para la hora del lonche asi que nos sentamos en la mesa a tomar te y a comer galletas de soda junto con mantequilla. Me sentia timido en aquel lugar ya que todos se conocian y hablaban entre ellos pero muy sociables me hacian preguntas y yo las respondia mas no preguntaba. A mi lado derecho una señora de cabello blanco, mirada ida, murmuraba tan blando que no lograba distinguir lo que decia. A su lado una señora cuidandola y consintiendola. Me intrigo esa persona ya que al observarla me transmitia una cierta sensacion de tranquilidad. Me acople nuevamente a la conversacion de los chiquillos. En eso oigo de varios decir que apenas oyeron de este lugar lo que mas añoraban era venir aca y conocer a Gabrielito y todos voltearon a ver a la señora de cabello blanco. Me tomo desprevenido esos comentarios pero no hice ningun comentario al respecto y continue tomando mi te. No lograba comprender por que ser referian a una señora de edad asi con nombre masculino. Se oscurecio rapido y hacia frio ya que era invierno. Entre al cuarto que me habian acomodado y habia un camarote dentro, no habia nadie asi que me acoste en la parte superior y me quede dormido. Al dia siguiente mi amigo me desperto, el habia dormido abajo, me arregle y salimos a tomar desayuno junto a los demas. La mañana estaba helada y la tetera estaba hirviendo. Me sente en la mesa al lado de la señora de cabello blanco y todos continuban refiriendose a ella como Gabrielito. La señora parecia ser autista ante mis ojos pero hablaba de cierta manera que se me hacia muy dificil entenderla. Despues de prestar atencion a sus palabras me doy cuenta que hablaba distinto. Un español de antaño y por momentos como si hablase latin. Nuevamente se aislaba y su mirada se iba como si dos palomas volasen hacia el horizonte. Uno le seguia la mirada pero para mi desilusion no mantenia la mirada firme al igual que ella y pocos segundo despues se desviaba. La señora que la cuidaba la levanto y la llevo a la habitacion para asearla. Mientras se iba sentia como esa paz se extinguia y no lograba entender por que me sentia asi. ¿Porque al estar al lado de Gabrielito me hacia sentir una relajacion y una paz interna que jamas en mi vida habia sentido? Me hacia sentir una sensacion grata y mas que eso como si fuese amor. ¿Como era posible algo asi sin conocerla ni haber conversado con ella? Ya ha este punto me sentia intrigado por toda esta situacion. Al mediodia nos hacen entrar a la cabaña del centro de la finca. Dentro del lugar habian varias colchonetas en el piso y nos hacen recostarnos. Mentiria al decir que no senti nada y que me quede dormido por eso pasaron seis horas inadvertidas. Al contrario senti como mi alma se separaba de mi cuerpo. La livianez de mi ser se media a una pluma. Calma, reposo, concordia, quietud, ternura y afecto llegaban a ser uno en un ente. Habre sentido que el tiempo transcurrido fue un simple parpadeo pero la plenitud de ese instante fue algo mas grandioso que la existencia misma. No existen palabras ni existiran para describir como me senti. Y para mi lo mas interesante fue el hecho que yo no era una persona religiosa y continuo no siendola hasta el dia de hoy. Seis de la tarde nos sentamos todos para la cena. Habia cazuela y estaba en un ollon en el centro de la mesa. Todos se sirvieron y empezaron a comer. Yo continuaba en un estado de conmocion despues de aquel evento de mediodia. Oia muchas voces hablar pero no lograba consolidar ninguna conversacion. Hasta que no pude mas, la cabeza me daba vueltas y pregunto - ¿Porque razon le dicen a esta señora Gabrielito? Todos extrañados por mi pregunta y hasta unos ofendidos mirandome con cierto desprecio me responden - ¿Como no sabes? Mi amigo me llevo a un lado del comedor y en pocas palabras me explico que ella no era una mujer o pues que lo fue en un momento de su vida pero que ahora habia sido otorgada una esencia del Arcangel Gabriel. Sobrecogido me retire de la sala y regrese a mi habitacion. Estupefacto por lo que habia oido no lograba concebir tal hecho y lo encontraba irreal y fantasioso. En mi mente eso era imposible y no era verdad. La mañana siguiente ya vovia a Santiago. Otra mañana helada de invierno pero desperte mas temprano que lo usual para poder irme sin mas platica. Mientras me dirigia al baño tenia que cruzar la cocina y a la vez la pieza de Gabrielito. Andaba con pasos suaves ya que todos permanecian durmiendo cuando en eso Gabrielito sale de su habitacion velozmente desorientada hacia la cocina y se cruza conmigo y tras de ella su compañera la cual la sostuvo de la mano para que volviera a la habitacion para asearla y al Gabrielito darse vuelta frente mio noto un plumaje blanco brotando de su cabello el cual dejaba rastro en el piso por el movimiento brusco para volver a la habitacion. Anonadado sali de la finca y nunca mas toque el tema. Trate de encontrar razon y logica a lo sucedido pero 7 años despues de aquel acontecimiento no logro hayarla. Solo queda guardar nota y saber que en esta vida siempre hay algo mas de lo que nuestros ojos ven.