martes, mayo 29

Pereciendo.

Toma la copa de vidrio con sutileza. Muy calmada y de nariz respingada. Se nota como desliza su rostro con suavidad y parpadea levemente sin ningún tipo de apuro. El dedo meñique se alza como si fuese reflejo. Sus piernas no cruzadas si no pegadas e inclinadas demuestran su elegancia. Aquel vestido negro de noche y escotado llamo la atención de todos los hombres en la sala incluyendo a los mozos y la envidia de las mujeres que la miraban de reojo. Su cabello semi dorado cubría la mitad de su rostro y cabizbaja con la copa en alto se notaba como derramaba una lágrima al brindar en silencio. Sus labios hermosos y coloreados rojo a perfección daban la impresión de una diosa. Sin levantar el rostro abre sus amenos ojos y bebe. Dejando la forma de sus labios impregnados en aquella copa que gozaba de ellos. Gentilmente baja la copa terminando su curso en la mesa cubierta en un mantel blanco con un radiante ramo de tulipanes en el centro. Su mano izquierda alrededor de la copa y la derecha empuñaba junto al mantel expresando un sentimiento de furor mudo. Tornó su cabeza en dirección a la puerta por donde aquel ingrato e infeliz salió. Regresó su resplandeciente mirada a la copa, semi llena pero para ella media vacía, con mirada fija parpadea y dos lágrimas brotan; una terminando en aquel mantel blanco y la otra deslizandose por su mejilla paulatínamente esperando terminar su recorrido junto a la otra pero esta desprevenídamente termina absorbiendose en un pañuelo perfumado de un gallardo, apuesto y varonil caballero que queda mirando fíjamente a la dama, sostiene la mano de su amada y le pide perdón.

lunes, mayo 21

Lo enfrentare.

A veces deseo levantarme de esta silla y huir. Irme lejos y alejarme de todo. En ciertos momentos de mi vida me han dado ataques alocados y lo he hecho. Me he ido pero he vuelto. No se si fue por cobardia o por que era joven y mis padres me querian de vuelta. Siempre siento esa ansiedad de tener paz, paz externa e interna. Hay tardes en las cuales me pongo mis zapatillas y me pongo a caminar. Me voy solo a andar por ahi a pensar. Bohemio me denominaria, pero a la vez en ambiente. Cuando salgo a una fiesta o algo me divierto si o ¿lo pretendo? no lo se. Mientras escribo esto tengo una ansiedad de largarme a caminar con mi cuaderno en mano para poder escribir pensamientos que cruzan por mi mente pero la responsabilidad no me lo permite. Necesito hacer tantas cosas pero no hago ninguna de ella y se acercan mas las fechas en las que tengo que enfrentar aquella la responsabililidad. Ya pronto me graduare. Tendre que enfrentar la vida como es, dura. Y no hay mas que pueda hacer sino enfrentarla y pelear con ella hasta que me acople a ella. Tengo temor no lo niego.

miércoles, mayo 16

Lamentablemente.

Lamentablemente la soledad se a vuelto mi aliada. Sin ella no podría estar. Me he acostumbrado a ella demasiado, tanto que cuando alguien se me acercaba ella venia y las alejaba. Ahora distanciado de la soledad, queriendo a alguien que se arrime, no hay. Ella quieta y fiel decide quedarse y no dejar que vuele. Requiero de alguien que me acompañe en esta jornada que se llama vida. Ya estoy cansado de rodeos y jueguitos, empece un juego que nunca debí haber empezado. Aquel juego me costo mucho, demasiado diría yo. Por querer vivir algo que ya vivido me doy cuenta que es una pura mierda; quisiera regresar cuando lo hice y darme un par de bofetadas para reaccionar. Lamentablemente es demasiado tarde y lo único que queda es empezar nuevamente. Lo pude hacer varias veces, tantas que no las puedo contar, pero soledad continúa ahuyentandolas. El juego continuaba. Ahora solo, desamparado y con necesidad de calor añoro aquellas noches que tuve ese calor, lo desperdicie e hice sufrir a ellas, perdón, mis más sinceras disculpas. Entiendo que es demasiado tarde para disculpas pero ahora, un poco tarde comprendo, he logrado entender. Soledad alejate de mí o por lo menos quedate quieta y permiteme encontrar. El juego ha terminado. Cuando se aparezca déjala en paz. Lamentablemente en este momento siento angustia y un nudo en mi pecho. La garganta se me tuerce y quiero llorar. Sinceramente lloro y la depresión no cesa. Un simple soliloquio constante cada noche, ella y yo. Vete y dejame dormir replico constantemente. Su brisa cesante me toca la piel, se me eriza y recuesto mi cabeza en ella. No la aguanto más.

domingo, mayo 6

Por curiosidad.


"Me muero de curiosidad de saber que sucederá" dice, piensa, sueña o soñará la gente. Siempre uno curioso por saber que pasó o que le pasará a uno ahora, mañana, en futuro cercano o lejano. Es algo innato en nosotros, me pregunto si durante el crecimiento se nos enseña de alguna manera indirecta ¿quizás? Hasta refranes hay, "La curiosidad mató al gato". Será que la curiosidad tenga que ver con la paz interna, ansiedad que siente uno o simplemente envidia. Supongo que hay distintas maneras o formas de curiosidad. El curioso intenso, el curioso descuidado, el curioso social y el curioso envidioso.

El curioso intenso es la tipicá persona que escucha un chisme y de inmediato corre a averiguar con lujo de detalles lo sucedido. No solo va a ver sino a propagar mas el rumor, lo agranda y de paso mete zizaña. Es como una adicción para el intenso por que cada día necesita escuchar algo que haya pasado con alguien, con ellos mismos, por su ciudad o basicamente en el mundo. Ejemplo las noticias, lo cual es algo muy bueno mantenerse enterado, pero volviendo al punto -- la curiosidad.

El curioso descuidado es aquella persona que pretende mantenerse al margen con los rumores pero cuando hay uno fresquesito no obstante y con delicadeza para el oido a escuchar. Simplemente se entera pero no habla. De curiosos escuchan pero no van a buscarla.

El curioso social es esa persona que realmente no le interesa en lo mas remoto pero igual escucha por curiosidad y se entera de aquellos rumores en eventos sociales y mas que chisme lo toman como tema de conversación. Ese tipo de persona que con un cocktail en la mano platicando gentilmente comentan acerca de lo ocurrido, jamás osarian a cotillear.

El curioso envidioso es aquel que bajo en autoestima y no complaciente consigo mismo va al rumor y en vez de desear el bien -- gruñe, amueca el rostro y pretende que no es nada comparado con lo que tienen ellos. Cuando en realidad siente envidia por que nunca han experimentado ese suceso y si por si acaso lo hayan hecho no habia sido de tal manera.

Envidia y curiosidad generalmente van de la mano. Obviamente hay casos distintos como el que probablemente usted esta pensando -- "¡yo no envidio!", diras. "Para nada", continúas. Puedes que estes en lo correcto como probablemente en lo incorrecto. ¿Quién sabe? lo unico acertado en todo esto es que la curiosidad esta en nosotros y es innato.

Asi que la próxima vez que te intrigue ver lo que tu mamá este cocinando o si tocan la puerta y te preguntes quien estara ahí, piensa en este simple blog de curiosidad. Por que tan solo por curiosidad entraste a leerlo.

martes, mayo 1

Decisiones.

Descontrolado por la vida. Deambulando por las calles oscuras y serenas, donde logras escuchar el viento soplar y hace que lagrimeén tus ojos. Una luz a la vista, intentas alcanzarla para no estar más en la oscuridad pero cada vez que te acercas parece que te alejasen de ella. Pasatiempo controlado, una vida al pie del reloj. Sigues caminando por esa vereda que no te lleva a ningún sitio solo al que tú realmente quieres llegar. ¿Realmente deseas ir ahí? Escuchas una voz que te lo repite constantemente. Piensas que si pero no estás seguro. Sigues deambulando, controlado por la redundancia de la vida que te empuja hacer cosas que verdaderamente no deseas hacer, logras metas no marcadas por uno sino por otros. ¿Qué es lo que deseo?, te cuestionas tú solo. La voz huida sigue ahí desapercibida. El camino continúa y calles empiezan aparecer cada vez que llegas a la próxima esquina. Ahora más que atrás. Mas calles hay, más opciones por donde ir. Más lugares por donde desviarte y no proseguir. ¿Será la correcta?, te cuestionas. La voz no dice ni una palabra y te deja solo en el camino. Empiezas a correr y aquella luz se aleja más y más. La oscuridad te amedrenta y con ojos aguados pides que te espere. "No hayas de preocupar", dice la voz. Estremecido por esta voz no respondes. Aquella continúa y tus oidos sordos. "Vete por aquí, vete por allá", es lo unico que escuchas y tú sin caso hacer sigues en lo que tú piensas correcto ¿lo será? A la lejanía ves la luz que se va perdiendo en la distancia. Llegas a una esquina, a una de las muchas calles, hay una luz. Decides voltear sin pensarlo dos veces. Ahora desviado, sin sentido alguno del como volver decides proseguir y sobrepasar esos baches que dificultan tu camino. Esa luz, esa luz turbia que oscila como si se quisiese apagar. "¿Ahora qué?", te preguntas. "Vete por allá", dice la voz. Ahora si le haces caso ya que perdiste noción de la salida y solo buscas un consejo que te ayude a poder continuar en tu camino aunque no sea el correcto.